domingo, 18 de julio de 2010

BIENVENIDOS A GLAMERYUS.

Hola. Esto es Glameryus. Un blog para todo aquel q le guste DISFRUTAR. Un punto de encuentro para todo aquel que se divierta comiendo, bebiendo, viajando. Un lugar para hablar de grandes compras, para confesar alguna locura con la tarjeta y encontrar pistas para triunfar siempre.

En estos tiempos difíciles, de penurias y apreturas, quizás penséis que no es el mejor momento para hablar de lujo y glamour. Pero Glameryus es de la opinión de que la vida hay que encararla con optimismo y alegría y, no nos engañemos, a todos nos gusta lo bueno. Otra cosa es quién lo disfruta con glamour y quién no, pero esa es una larga historia de la que ya iremos hablando. Aquí no hay guiones ni ideas preconcebidas. Esto es pura espontaneidad, una tormenta de ideas basada en pequeñas – o no tan pequeñas – vivencias personales. Esperamos que os sirva de referente, que os divierta y que le saquéis provecho.

Glameryus es amante de la belleza y la elegancia en el viejo sentido de la palabra. Considera que el glamour puede estar en la otra punta del mundo o encontrarse a la vuelta de la esquina. Solo hay que buscarlo y desearlo. Y le gusta compartir todo esto. Ni un buen vino, ni una cena maravillosa, ni tu mejor vestido, ni la mejor cama de hotel, tienen sentido si no se comparten con alguien especial.

Prefiere sacrificar la comodidad a renunciar a sus 10 centímetros de tacón. Un little black dress nunca falta en su maleta. Y un Chanel 2.55 o un Lady Dior son sus bolsos para una apuesta segura. Chicas, que nunca os pongan coloradas para entrar en el sitio de moda. Lo perdurable es lo que manda en el mundo. Vayamos a los básicos.
Adora el dress code más riguroso. A un restaurante hay que ir vestido como merece la ocasión. Le aburre oír el concepto fusión en boca de los q todo marinan en soja hasta las croquetas de su abuela y de esas futuras promesas que por usar brotes, pizarras de colegios y meter una paella en un sifón piensan que han inventado el mundo.

Es perfeccionista, exigente, critica y, a veces, caótica. Persigue el placer, le encanta comer, viajar, comprar, beber. Si es champagne, a cualquier hora, pero no la veréis despreciar un oloroso jerezano o una chardonnay de Borgoña.

En los hoteles a Glameryus le gusta el lujo. No soporta el concepto de “confort inteligente” tan en boga hoy en día – pseudo-lujo para weekenders al fin y al cabo –, absurda excusa para no dar los servicios de un verdadero hotel al que se paga un precio de lujo. Tampoco quiere “sentirse como en casa”, quiere estar muchísimo mejor, que la traten como una reina. Ni quiere hacer nuevos amigos, ni un desayuno familiar con vecinos de Algete, ni aprender a ordeñar vacas y a eso llamarlo “turismo rural”. Quiere algo un poquito más “glameryus”.

Es adicta a los zapatos, a los bolsos, al dim sum, a las ortiguillas, al fingerfood, a lo orgánico, a las ediciones limitadas, a la música del Costes y del Café del Mar, a los hoteles Soneva y Mandarin Oriental, al armagnac, a las ostras Gillardeu, al champagne (y a su profeta San Clouet), al palak paneer indio, al Escalade, al Lexus y al Bentley, a Oscar de la Renta y a Valentino, a India y a Tailandia, a Londres y a Paris, a Nueva York y a Los Ángeles, a Sanlúcar de Barrameda y a San Sebastián, a la Opera Garnier y a la Staatoper de Berlín... Es una yonki del placer al fin y al cabo.

Y ahora brindemos. Abrimos para vosotros uno de los champagnes más especiales q ha llegado hasta nuestras manos, un André Clouet Un Jour de 1911, un sublime pinot noir que se que disfrutaréis hasta su ‘ultima burbuja.

Bienvenidos a Glameryus.


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