domingo, 22 de enero de 2012

Banyan Tree Spa

                                                                                                                                               

                    Comenzamos nuestro repaso a los mejores spas del mundo con uno de mis favoritos. Banyan Tree es una lujosísima cadena de hoteles y spas que tiene presencia en las más paradisiacas ubicaciones como Seychelles, Indonesia, Maldivas, Tailandia o Méjico. Además la marca es una pionera en la creación de los “Spa Resorts” y del concepto de spa en jardín tropical, mezclando la armonía de su entorno y  su arquitectura con las mejores terapias tradicionales.Yo he tenido la fortuna de visitar varios y os puedo garantizar que en todos ellos la experiencia es única.
                                  
                       Uno de estos primeros “Spa Resort” de lujo en Asia fue el Banyan Tree Phuket (Tailandia) que cuenta con un enorme espacio separado del resto del hotel con piscina propia y restaurante basado en bebidas depurativas y menú  low fat  para tener un día completo de equilibrio y relax.

                    La variedad de tratamientos es muy amplia: ofrece todo tipo de masajes tradicionales y exóticos – muy recomendable el tailandés - , excelentes tratamientos ayurvedicos, scrubs  –exfoliaciones – naturales, tratamientos faciales, corporales, capilares… Y si no encontráis lo que necesitáis sólo  hay que preguntar, son grandes profesionales.

                   Una buena opción para indecisos o para probar un poco de todo son  los Spa Packages    –paquetes que ofrece el spa –  en los que se combinan varios tratamientos complementarios que pueden durar desde un mínimo de dos horas y media hasta un día completo.
                             
                       La  cuidada decoración de estos spas es espectacular y es un valor añadido a la experiencia del masaje: sedas tailandesas, maderas tropicales, tapices, esculturas talladas a mano, perfumes sutiles, música tradicional, delicadas luces indirectas y un toque de incienso hacen que la mente desconecte nada más entrar por sus puertas.

                      

                          Yo normalmente prefiero hacerme los tratamientos dentro de las instalaciones del spa, por el tipo de tratamiento que suelo escoger, pero también existe la opción de realizar determinados tipos de masajes en el exterior – algo muy recomendable – en salas con vistas al mar o en medio de tranquilos jardines donde el ruido del mar y los pájaros colaboran a que uno se sienta muy especial. Y si no queréis salir de vuestra preciosa habitación – o espectacular villa si es que os llega el presupuesto - , por supuesto que también podéis daros allí vuestro masaje.
                  
                     
                          De este spa recomiendo todo, pero quisiera destacar un par de tratamientos imprescindibles. El primero, el masaje tailandés, es un masaje que requiere muy buena técnica ya que se basa en la presión de puntos  concretos y en los estiramientos pasivos de los músculos. No se debe desconfiar de la fina estética de la terapeuta, aseguro que hacen un masaje  impecable y su fuerza es sorprendente. Sólo una advertencia: os preguntarán que grado de presión queréis que ejerzan (soft, medium o hard). Si os atrev'eis con un verdadero masaje tailandés la respuesta debe ser hard,  presión alta.

                 Mi segunda recomendación es arrasar con su tienda. Banyan Tree tiene marca propia de productos de spa: cremas hidratantes, aceites esenciales, inciensos, exfoliantes, jabones y todo tipo de productos basados en plantas y olores autóctonos como la gama Thai Chamanard, que es una flor tailandesa cuyo olor me enloquece.
                             

                Para quienes estén interesados la tienda tiene web y venden todos estos productos además de algún detalle de decoración y otros productos eco-chic. 

jueves, 12 de enero de 2012

       Spas

             Uno de los homenajes que me gusta darme cuando viajo es visitar un spa.
             Hay spas maravillosos. Algunos se centran en cosmética de grandes marcas, como La Praire o Guerlain , con tratamientos faciales y corporales muy enfocados hacia sus productos. Estos spas son fáciles de encontrar. Lo que es más complicado es dar con los que aseguren tratamientos corporales y masajes de calidad, que tengan buenos profesionales y que conozcan bien cada técnica.
             Por eso comentaré en próximos posts los que han cumplido mis expectativas por sus tratamientos, decoración, productos, instalaciones y otros muchos detalles.
            Y para hablar de todo esto me voy a centrar en los spas de Asia. Para mí son únicos y su cultura en este arte milenario del masaje asegura una resultado perfecto.
           Tomen nota y relájense.

viernes, 30 de diciembre de 2011

2012

                                                                          FELIZ  2012!!!
Mis mejores deseos para  todos!!

sábado, 17 de diciembre de 2011

Mercadillos de Navidad




       Ha empezado la cuenta atrás para la Navidad.
       En EEUU ya se ha celebrado el día de acción de Gracias. En Europa viven de manera muy especial los días de Adviento y los niños disfrutan de sus calendarios con ventanitas repletas de chocolates y sorpresas.
       Las calles de muchas ciudades europeas se transforman en mercadillos de cuento donde se disfruta de una verdadera magia navideña. Adornos, comida, artesanía, música, dulces, belenes, luces...Ambiente familiar y navideño para cualquier edad -un buen gusto entrañable- que se empieza a disfrutar desde la penúltima semana de Noviembre.
        Me encanta ver cómo se vive de una manera tan especial la llegada de la Navidad. Siento pena por la pérdida de espíritu que se vive en nuestro país desde hace unos años, donde sólo importa las compras compulsivas y dónde los niños piensan que los Reyes Magos tienen un primo que se llama Papá Noel que les ayuda a repartir regalos.
         Por ello, todos los años procuro escaparme a uno de estos mercadillos tan maravillosos.
Estoy enganchada a los de Alemania. El olor a Lebkuchen -pan de jengibre - y glühwein -vino caliente- hacen que sienta que ya empezó la Navidad.
         Es importante que no confundamos el término "mercadillo" con baratijas de chinos. Son puestos muy cuidados y regulados en su mayoría para asegurar la venta de productos artesanos y de calidad. Son toda una tradición.
         Sus puestos de salchichas y glühwein están llenos desde por la mañana. Algunos cuentan con carpas cuidadosamente decoradas para poder comer o cenar de una manera muy acogedora .Sus mesas con calefactor y mantita individual hacen que uno se sienta mimado.
          Las opciones de comida suelen ser desde deliciosos - y calóricos-  platos clásicos alemanes hasta ostras Gillardèu, pasando por "chuches" como la deliciosa flammküchen – masa de pan con crema ácida, cebolla y beicon- que para mí es imprescindible. Y de beber, cerveza abundante, rieslings agradecidos e incluso champagne. Todo un lujo a pie de calle.

         Algunos de mis favoritos son:

        
1- Múnich
. A los pies de su espectacular ayuntamiento,  en Marienplatz, este pequeño mercadillo ofrece la estampa más navideña de la ciudad. Tomar un bretzel –lazo de pan con sal- y un vino caliente es lo ideal para disfrutar del mágico momento en el que el Carrillón Glockenspiel empieza a girar sus figuritas al son que marcan sus campanas.
          Otro capricho es subir la escalera de caracol de la Rathaugturm – torre del ayuntamiento – donde está el museo del juguete. Recomendable para todos los que seguimos siendo un poco" niños".
          Sólo un consejo más: evitar esta visita en fin de semana. Pierde todo su encanto con la avalancha de turistas que suele haber.
                                                  
                                                     
       2-Nuremberg
- Christkindlesmarkt - Se encuentra en la plaza vieja de la ciudad .Siguiendo el olor a pan de jengibre, manzanas y salchichas se da con él fácilmente.
         Imprescindible en este mercado probar las pequeñas y famosas Núremberg bratwurst a la parrilla. Comérselas en un bollito con un poco de mostaza es todo un vicio. Otra opción es sentarse en las mesas corridas del restaurante Bratwurst-Häusle.
Junto a él está el Kinderweihnachmarkt, el mercadillo para niños. Merece la pena ver su carrusel y su trenecito.





        3- Colonia
. Esta ciudad cuenta con unos 8 mercadillos. No hay excusa para aburriese.
Los más populares son el de la catedral, coronado por un enorme árbol de Navidad, y el de la plaza vieja, donde la diversión está asegurada en su pista de patinaje.
Tomarse aquí una deliciosa y potente cerveza k’olsh es imprescindible y tan divertido como patinar. En Peter Brauhaus la hacen ellos mismos y hay un gran ambiente.
                                      
        
4-Augsburg
.  El Christkindlesmarkt de esta ciudad bávara es de los más antiguos y famosos de Alemania. Con más de 500 años, este mercadillo es perfecto para los coleccionistas de piezas de belenes y para comprar adornos en madera, todo ello artesanal.
          Merece la pena la cervecería Ratskeller, en los bajos del ayuntamiento, su flammküchen es deliciosa y, acompañada con un buen riesling, mejor.
                                            
         5-Berlín
. En una de las plazas más bonitas de la ciudad se ubica el Gendarmenmarkt. Fantásticos puestos donde comprar un poco de todo, hasta sombreros tiroleses.
           Para comer, en las preciosas carpas – restaurantes, se puede elegir entre ganso, schnitzel – escalope -, flammküchen, ostras o deliciosas tartas.
            Aquí nunca olvido comprar uno de mis vicios, el Baumküchen - deliciosas capas de bizcocho horneado – cubiertas de chocolate habitualmente.
          Recomendable también el mercado de Schloss Charlottenburg
.
                                              

          6-Dresden. En esta fotogénica e histórica ciudad está el Striezelmarkt, otro cuidado mercadillo.
            Cuna del clásico dulce navideño Stollen – pan dulce hecho a base de mazapán y frutas secas – perderse por esta impresionante ciudad es la mejor opción.
           Cuenta con tabernas típicas en los alrededores del mercado donde probar el tradicional ganso asado acompañado de lombarda y bolas de patatas.

                                                

            7-Bernkastel. Este pueblo a orillas del Mosela es el escenario ideal para vivir nuestro propio cuento. En su pequeña plaza se encuentra el mercadillo que se va diseminando por sus idílicas callejuelas.
               Y después de los paseos y compras, una copita de riesling. Cerca de la plaza dos sitios con impresionante carta de vinos: Riesling Haus - también vende adornos monísimos – y Doctor Weinstube.

                                                  
          
8-Trier. A las puertas de la zona vinícola del Mosela se encuentra esta ciudad, la más antigua de Alemania. Un mercadillo mezclado con vestigios romanos y a la sombra de la impresionante catedral de St. Peter se convierte en visita obligatoria.



                                                       

martes, 15 de noviembre de 2011

Las cremas no sólo son para el verano.

Sol, playa, piscina, piel bronceada, looks con poca ropa … Todo ello se asocia con embadurnarse con bodymilks, aftersuns, aceites, cremas prolongadoras del moreno o aloe.

Pero ahora, al llegar el invierno, la falta de sol, el frío al salir de la ducha y las ganas de enfundarse un suéter hacen que ese ritual pase a veces a un segundo plano. Gran error.

Hay que intentar no olvidarlo ni ser perezosos. Es una buena costumbre para mantener perfecta la piel – nuestro traje más valioso – ya esté bajo un cálido sol de verano u oculta bajo pantalones, botas altas y jerseys de cashmere..

Esto resulta más fácil eligiendo un producto adecuado a nuestros gustos y necesidades. Así será todo un placer tener nuestra piel ideal todo el año.

Hay auténticos caprichos para mimarla y miles de opciones. Os recomiendo algunos que he probado y me gustan:

*Lotion de la Mer. Una textura un poco más gruesa de lo esperado. Hay que extenderla muy bien, pero es fantástica, como todo lo que hace La Mer.



*Crème de Cachemire de Carita. Muy fluida, con un tacto muy suave y olor muy agradable, aunque yo prefiero que no sea tan acentuado , por la mezcla con el perfume.





*La Praire Skin Caviar Body Emulsión . Me vuelve loca! Me apasiona su textura, su olor y el acabado en la piel. Es de mis favoritas para todo el año. Apuesta segura.





*Bodymilk Penhaligon's. Es un “fondo de armario” para esos días de invierno en los que nos damos un baño para relajarnos y entrar en calor. Este ritual se debe acabar con clásico como este. Se puede comprar en su web, no hay excusas. http://www.penhaligons.com/





*Le père pelletier, lait corporel. Un trocito de Francia para hidratarse. Casa de cosmética natural que, además de dejar la piel con olor a jabón – a limpio -, le da un toque provenzal a tu baño con ese look tan coqueto. Perfecto también tras un relajante baño con sus sales que son magnificas.





*Acqua di Parma. Un fijo de casi todos los baños al ser un regalo muy recurrente. Seria para mi otra loción postbaño con vela de la misma casa , música relajante y mi sofá con chimenea encendida esperándome. Sin olvidar un chorrito de su colonia, claro.





*Aceite seco de Lima Basil & Mandarin de Jo Malone. Los aceites – otra debilidad – son un acierto total para hidratar rápidamente, en profundidad y dejar ese aroma fresco y suave de Lima, Albahaca y Mandarina. Potenciándolo con el perfume de la misma casa resulta perfecta para un día de diario.



*Aceite de Alquimia. Un clásico más. También natural. Su ventaja es que lo hay anticelulítico , Sculptor, reafirmante, antiestrías, reductor…Hidratan, regeneran la piel y ayudan a estar más divina.



*Aceite seco de naranja de Roger Gallet. Aroma sutil a naranja que además se puede disfrutar en cara y pelo. Me encanta este olor.



*OTC, atopic piel, leche fluida. De farmacia, para emergencias en nuestra piel. Hidrata muchísimo , se absorbe rápidamente, su olor es muy agradable y es muy económica ( apenas 15 eur). Me gusta tenerla siempre.

lunes, 26 de julio de 2010

LONDRES



LONDON:
Londres está entre las ciudades que enganchan a Glameryus. En el avión de vuelta a casa pasa el rato pensando en lo que hará en la próxima visita porque siempre tiene la certeza de que volverá.

Quedándonos en el Sofitel St James Hotel, en el Hilton Park Lane o en el Grovesnor House Hotel, estaremos bien situados para tener cerca, incluso para ir andando, sitios q nos interesan. Si la tarjeta no tiene límite, dos opciones imprescindibles son el One Aldwich o el Brown’s Hotel.

El Sofitel tiene un bar inglés acogedor, sobrio y muy masculino. Tiene una buena carta de cocktails, champagne por copas - cosa que valora - y una breve carta de fingerfood por si hay que picar algo. Además tiene una buena colección de maltas.

Para algo más agitado antes de cenar, el bar de la planta 28 del Hilton, el Galvin and Windows Bar, con sus muy solicitadas vistas de la ciudad y su Oscar Wilder cocktail, se convierte en un buen punto de quedada para dejarse ver. Para una copa de champagne esta el pequeño y blanco Pop Bar, con el gran inconveniente de que sólo podrás tomar Pommery.

El Grovesnor House no es el gran hotel que aparenta ser pero tiene un coffee house con vistas a Hyde Park , donde se puede tomar un café latte y un muffin o un sándwich cuando tengáis un poco de prisa.

El sitio para desayunar y coger fuerzas para el shopping es el café-restaurante Wolseley, en Picadilly cerca del Hotel Ritz. Está abierto desde la 7 de la mañana y es genial para un desayuno tranquilo. Su carta lo merece: hacen los mejores huevos Benedict del mundo civilizado, un salmón ahumado con huevos revueltos o en un bagel con crema de queso de llorar, además de una gran variedad de cafés y una calórica bollería. Nos encontraremos allí en días de diario porque el ambiente es más local y la vista se alegra con tanto ejecutivo enchaquetado. Los fines de semana se los dejamos a los pasajeros de Easyjet. Reservar no es imprescindible. Si lo decidís el día antes y no habéis reservado, es de los pocos sitios que guardan la mitad de las mesas para los espontáneos.

Es fundamental ir a la capital del imperio británico y tomar el té de las 5 (aunque sea a la 2 y cuarto). Una oportunidad para cotillear otros hoteles para próximas visitas y ponernos elegantes. Hay que sacarle partido a nuestra inversión de ese Chanel que es para toda la vida... La oferta es amplia y no hay hotelazo que se tercie que no esté overbooking a la hora del té. No se te olvide hacer la reserva con tiempo. Por muy español que sea llegar y plantarse allí como si fuese el Meliá de tu ciudad donde no va ni Rita a tomarse un café, aquí no te va a funcionar.

Nos gusta el “champagne afternoon tea “ del Hotel Dorchester , la elegante y mítica dama de Mayfair donde la hora del té es el momento ideal para alternar con señoras ricas del barrio, ejecutivos que quitan el hipo y todas los wanabes de la ciudad.

Para un té más íntimo y amenizado con un concierto privado de arpa (no nos engañemos chicas, esas cosas gustan), el Rose lounge en el Sofitel con su toque parisino y ese look tan “tarta de fresa chic” que lo hacen encantador.

¡¡¡Al fin llega la hora de comer!!! Para que la vayáis conociendo mejor, os confesamos una de sus múltiples adicciones: el Dim Sum.

¿Y dónde está la meca de Dim Sum en Europa?  En Londres. En Hakkasan para ser exactos. Este templo del placer especializado en cocina cantonesa moderna cerca de Soho es ideal para picar, comer, cenar o tomar cocktails algo diferentes, como su Lichee Martini, su Pink Mojito o su Jasmine Fon Fon. Pero a Glameryus lo que le hace enloquecer, levitar o incluso babear como Homer, es su carta de Dim Sum. Importante: sólo lo sirven al mediodía. Siempre intenta ir hambrienta para pedir la mayor cantidad posible de estos orgasmos en monodosis (¡cuánto le recuerdan a su Nespresso!). Quien tenga su misma adicción sabrá las carencias que hay de esta difícil y artesanal cocina en nuestro país. Menos mal que tenemos DiverXo.

Para bajar un poco la comida nada mejor que irse de shopping. Enjoy!!!


EN LA MALETA DE GLAMERIUS:

Algunos comodines:

Blazer de temporada azul marino con hombreras bien marcadas.

Pretty bailarinas y peep toe negros de Louboutine .

Abrigo tweeze - gabardina Burberry .

                                                       Mi neverfull siempre full.


LAS PISTAS DE HOY

# Smythson, no me gustan las tarjetas personales pero para regalos en piel es único, su nueva serie panamá sigue en su línea de elegancia habitual.

# Vivienne Westwood, para un toque new wave.

# Victoria & Albert museum, no es el más conocido, pero a mí me encantan sus colecciones de joyas, cerámica, cristalería, fotografía y, sobre todo, las de moda. Desde de Abril hasta Septiembre tenéis la gran oportunidad de cotillear el armario de un mito con la exposición GRACE KELLY: STYLE ICON, desde el legendario bolso Kelly de Hermès hasta el fabuloso vestido con el que recogió su Oscar. No pensamos perdérnosla.

# Cestas de picnic de Fortune and Mason: hoy comemos en St’ James Park.


VEREDICTO GLAMERYUS:


    SI:      Musical Los Miserables. Llorarás aunque no entiendas nada           Los productos de Molton Brown y Penhaligon’s: tus invitados no pararan de lavarse las manos.

    NO:     Harrods en fin de semana y el ubicuo "aroma" a aceite  vegetal de freir que inundan algunas calles .                                               

 

EL BRINDIS

Jérôme Prévost, La Closerie Les Béguines Extra Brut. Este delicado y delicioso champagne lleno personalidad está elaborado con un 100% Pinot Meunier y sorprende por su vinosidad. Cheers!

domingo, 18 de julio de 2010

BIENVENIDOS A GLAMERYUS.

Hola. Esto es Glameryus. Un blog para todo aquel q le guste DISFRUTAR. Un punto de encuentro para todo aquel que se divierta comiendo, bebiendo, viajando. Un lugar para hablar de grandes compras, para confesar alguna locura con la tarjeta y encontrar pistas para triunfar siempre.

En estos tiempos difíciles, de penurias y apreturas, quizás penséis que no es el mejor momento para hablar de lujo y glamour. Pero Glameryus es de la opinión de que la vida hay que encararla con optimismo y alegría y, no nos engañemos, a todos nos gusta lo bueno. Otra cosa es quién lo disfruta con glamour y quién no, pero esa es una larga historia de la que ya iremos hablando. Aquí no hay guiones ni ideas preconcebidas. Esto es pura espontaneidad, una tormenta de ideas basada en pequeñas – o no tan pequeñas – vivencias personales. Esperamos que os sirva de referente, que os divierta y que le saquéis provecho.

Glameryus es amante de la belleza y la elegancia en el viejo sentido de la palabra. Considera que el glamour puede estar en la otra punta del mundo o encontrarse a la vuelta de la esquina. Solo hay que buscarlo y desearlo. Y le gusta compartir todo esto. Ni un buen vino, ni una cena maravillosa, ni tu mejor vestido, ni la mejor cama de hotel, tienen sentido si no se comparten con alguien especial.

Prefiere sacrificar la comodidad a renunciar a sus 10 centímetros de tacón. Un little black dress nunca falta en su maleta. Y un Chanel 2.55 o un Lady Dior son sus bolsos para una apuesta segura. Chicas, que nunca os pongan coloradas para entrar en el sitio de moda. Lo perdurable es lo que manda en el mundo. Vayamos a los básicos.
Adora el dress code más riguroso. A un restaurante hay que ir vestido como merece la ocasión. Le aburre oír el concepto fusión en boca de los q todo marinan en soja hasta las croquetas de su abuela y de esas futuras promesas que por usar brotes, pizarras de colegios y meter una paella en un sifón piensan que han inventado el mundo.

Es perfeccionista, exigente, critica y, a veces, caótica. Persigue el placer, le encanta comer, viajar, comprar, beber. Si es champagne, a cualquier hora, pero no la veréis despreciar un oloroso jerezano o una chardonnay de Borgoña.

En los hoteles a Glameryus le gusta el lujo. No soporta el concepto de “confort inteligente” tan en boga hoy en día – pseudo-lujo para weekenders al fin y al cabo –, absurda excusa para no dar los servicios de un verdadero hotel al que se paga un precio de lujo. Tampoco quiere “sentirse como en casa”, quiere estar muchísimo mejor, que la traten como una reina. Ni quiere hacer nuevos amigos, ni un desayuno familiar con vecinos de Algete, ni aprender a ordeñar vacas y a eso llamarlo “turismo rural”. Quiere algo un poquito más “glameryus”.

Es adicta a los zapatos, a los bolsos, al dim sum, a las ortiguillas, al fingerfood, a lo orgánico, a las ediciones limitadas, a la música del Costes y del Café del Mar, a los hoteles Soneva y Mandarin Oriental, al armagnac, a las ostras Gillardeu, al champagne (y a su profeta San Clouet), al palak paneer indio, al Escalade, al Lexus y al Bentley, a Oscar de la Renta y a Valentino, a India y a Tailandia, a Londres y a Paris, a Nueva York y a Los Ángeles, a Sanlúcar de Barrameda y a San Sebastián, a la Opera Garnier y a la Staatoper de Berlín... Es una yonki del placer al fin y al cabo.

Y ahora brindemos. Abrimos para vosotros uno de los champagnes más especiales q ha llegado hasta nuestras manos, un André Clouet Un Jour de 1911, un sublime pinot noir que se que disfrutaréis hasta su ‘ultima burbuja.

Bienvenidos a Glameryus.